Tips y reflexiones de una aventura en Orlando
La Realidad Detrás De Unas Vacaciones En Familia.
Algunos esperaran de este blog una historia de redes sociales, esas donde todo es perfecto, donde solo existen las sonrisas amplias que quedan en unas fotos listas para enmarcar o más bien “montar”. Pero lo que les voy a contar son unas vacaciones reales en familia, donde el cansancio ataca, el estrés se empodera, donde las emociones pueden ser un volcán a punto de erosionar.
Fueron unas vacaciones extremas y divertidas, pero nos pasaron un par de desaciertos, esos que me hicieron reflexionar que todo se agrandaba más cuando nuestras energías estaban bajitas, cuando por X o Y motivos nos dejamos llevar por la frustración, por ejemplo, cuando nos dijeron que no podíamos alquilar el carro porque la licencia estaba vencida o cuando perdimos la reserva del FastPass, por llegar una hora más tarde.
Les cuento estas historias que por general nunca contamos, pero peor aún no nos tomamos el tiempo de buscar su enseñanza. Y es que pasa que en la adultez, como le dije a mi esposo, nos olvidamos de reírnos de esos momentos en los que la vida nos pone a prueba, donde pone a prueba nuestra habilidad de no dejar que nada absolutamente nada nos robe los momentos de felicidad; entonces cuando íbamos todos en silencio hacia el hotel producto de una incomodidad que nos alcanzo a robar algo de felicidad, me detuve y le pregunté a mi esposo: ¿te acuerdas cuando éramos más jóvenes y esto lo convertíamos en un chiste? ¿Cuándo con menos posibilidades económicas nos disfrutábamos hasta un perro caliente en un andén?
¿Cómo reaccionarías ante esa circunstancia en tus veintes? Creo que es una pregunta que deberíamos hacernos cuando nos tomamos la vida adulta demasiado en serio. Y eso entre otras cosas también me lo hizo revivir volver a ese lugar donde todos tenemos pedazos de nuestra niñez, viendo a mis hijos siendo felices tan fácilmente, me hizo a pensar: ¿En que momento de la vida perdemos la hermosa costumbre de asombrarnos de lo simple?
Quisiera compartirles tanto de lo que puede reflexionar de este viaje, pero la enseñanza más grande que me llevo es que nunca debemos dejar morir a nuestro niño interior pero también que nunca es tarde para revivirlo; que debemos tratar de vibrar siempre alto, para que la vida nos de su mejor espalda y así no dejar que un mal episodio se convierta en una cadena de hechos poco afortunados, sobre todo cuando se nos da la posibilidad de vivir grandes experiencias, viajar, un paseo, una aventura desafiante, etc.
Mis recomendaciones para aquellas personas que puedan estar interesadas en viajar a ORLANDO:
Ahora, ¿cómo sobrevivir a la dieta americana durante las vacaciones?
Sin duda alguna ha sido una de las experiencias más bonitas que vivimos en familia, uno de nuestros viajes soñados, uno de los tantos momentos que se quedarán por siempre en nuestra memoria, porque no hay nada mas fascinante que saber que cuando echemos una mirada hacia atrás hemos cumplido con aquellos anhelos de nuestro corazón y no ese vacío de “porque lo habré dejado para después”.
Espectacular escrito va a servirle mucho a otras parejas en el futuro felicitaciones.
Felicitaciones. Un experto en turismo no lo hubiera hecho mejor que tú, gracias por compartir tu experiencia , los consejos muy útiles y oportunos no solo para este viaje sino para otros destinos.