Si lo piensas, lo puedes! VIAJAR Y SER FELIZ!

Una de mis grandes pasiones ha sido y será viajar! Siento que mi vida, mi cuerpo, mi mente se oxigena cuando viajo. Puedo chulear ya algunos de mis sueños cumplidos cuando viajé por primera vez a Europa, aún lo recuerdo y se me llena el corazón de felicidad. Fue un plan mochilero, lo hice en bus y nos quedamos en campamentos cerca de las ciudades que conocimos, sin lugar a dudas de las mejores cosas que he podido hacer en mi vida!

Son muchas las anécdotas buenas y algunas no tan buenas, como la vez que olvidé mi DNI ( algo así como mi identificación cuando vivía en España) y no podía salir de Marrakesh! No olvido la cara del marroquí que me decía: “tranquila, quédate aquí conmigo que yo te ayudo, dile a tu amiga que se vaya”, sentí morir!, pero como Dios siempre me manda angelitos, mi gran amiga que vive en España, que hacía las veces de mamá, paño de lágrimas, consejera, superhéroe, porque de verdad que no sé como hace pero les puedo asegurar que tiene superpoderes, logró: 1. Rescatar mi DNI de un H&M donde lo había dejado 2. Ir al aeropuerto y negociar con una persona que viajaba para Marruecos y enviármelo, mientras tanto yo esperaba a las 10 de la noche en un aeropuerto, que de por sí ya no tenía mucho movimiento y  afuera solo se veía un gran número de carros color beige, “taxis”, junto con una manada de moros que muy difícilmente se les entendía el inglés y que estaban al acecho ( de verdad parecía una película de terror), gracias a Dios todo salió bien, pero la historia me quedó corta para todo lo de que me tocó vivir!

Hoy en día siempre reviso todosss los papeles antes de viajar, bueno, los míos, porque la primera vez que viajé con Lu olvidé su registro civil…tampoco me vuelve a pasar.

Todas esas cosas es lo que al final nos queda, los momentos vividos, lo gozado y lo bailado, lo que se compartió y se comió, las historias pa’ contar y todas aquellas experiencias que buenas o malas nos sirven para algo, así sea para reírnos y reírnos luego del susto! Esas situaciones sacan de ti toda la creatividad, imaginación, fuerza y valentía que solo situaciones extremas te hacen vivir!

Y es que a veces carecemos de eso: VIVIR! Y vivir, es hacer todo aquello que nos motiva, que nos hace felices o que nos hace sentir plenos! Ojo, no se trata de un cheque posfechado a la felicidad, es una decisión que debemos tomar todos los días al despertar. Alguna vez escuché y seguramente ustedes lo han escuchado un montón, que ser feliz no es tener una vida sin problemas, pero si saber serlo en medio de ellos! Aló?, aquí estoy y soy feliz, ¿ qué puede ser más difícil que tener un cara a cara o un encuentro cercano con la posibilidad que todo acabe? Pues sí, estoy de pie y pisando más firme que nunca!

Cuando fui por primera vez donde el bio – energético, nunca olvidaré lo que me preguntó: ¿qué te motiva?, y enseguida me dijo: – No me digas que tus hijos, porque es lo primero que respondemos todos, ¿qué te llena de ganas de vivir?, ¿a ti? enseguida pensé en mi proyecto, en uno de esos sueños que está ahí a punto de materializarse, eso que me da maripositas en el estómago y ganas de sacar a flote todas esas habilidades, dones, talentos que Dios nos regala a cada uno de nosotros. Pero otra de mis motivaciones también es viajar, lo que veo más como una inversión, la mejor universidad del mundo, entonces pensé: ¿Y por qué no hacerlo ahora?, ¿no es ahora el momento más perfecto?

Y como me dijo una buena amiga: yo le rindo honor a la practicidad y una forma de ser práctico es hacerle buena cara al mal tiempo. Así que con todo y algunos achaques arrancamos pa’ NY! (por cierto, TÚ, anda y échate ese viajecito que tu corazón tanto te pide).

Viajé unos días después de mi tercera quimio, fue un riesgo porque en la segunda no me había ido tan bien y temía que esta fuera igual o peor, pero la vida se trata de eso, de tomar riesgos, de lanzarse, de coger el timón y arrancar de una vez en lugar de pensar en los “después, cuando….”,  aquí va primer consejo:

1. Nunca esperen encontrar la puerta abierta de par en par para lanzarse a perseguir un sueño, una meta o una oportunidad, a veces solo una ventana sin cerrojo puede ser el comienzo, nada llega caído del cielo. Depronto hay casos afortunados donde nos ponen todo en bandeja de plata e incluso somos tan ciegos y tan pend$&@7 que damos un giro y le damos la espalda a esas únicas oportunidades. En resumidas cuentas, a donde quiero llegar es que tenemos que ser inquietos e ir en busca de eso que tanto nos apasiona!

2. Hubo muchos momentos en los que sentí que mi cuerpo no me iba a responder, me sentía cansada, agobiada, con malestares… me vi tentada a no salir, pero no, le hice trampa a mi cuerpo, salía como una turista más a descubrir y descubrirme en esa ciudad, lo mejor es que tan pronto mi mente estaba entretenida, mi cuerpo respondía súper bien y pude darle mucha más veracidad a la teoría, que cuando las emociones están en armonía, el cuerpo las entiende y les corresponde.

3. Acepto que no pude llevar la mejor alimentación, que no pude evitar los asinamientos en el tren, aereopuertos, aviones, por eso reafirmo lo importante de tener un cuerpo y sistema inmune fortalecido, llevar una vida balanceada en nuestro diario vivir, que nos permita de vez en cuando enfrentarnos a ciertos desórdenes. En cada Starbucks pedía un té verde, siempre tomaba smooties de frutos rojos y en el desayuno no podían faltar las frutas, me tomé muy juiciosa todas las medicinas, pero también empecé a escuchar mi cuerpo y entender esos momentos en que SÍ había que hacerle caso y solo era necesario descansar!!

4. Me gocé todo, lo espectacular del puente de Brookling, lo impresionante del Times Square, la vista espeluznante desde el Top of the Rock, el aire puro y la tranquilidad que en medio de tanta bulla el Central Park le regala a esa ciudad, me gocé el musical del Rey León como si fuera una niña…y mientras paseaba, por mi mente no se me pasó que estaba enferma, lo viví como una extranjera más con ganas de devorarse ese increíble lugar, puedo asegurar que de no ser por una gripilla que me dio, mi esposo y su familia sintieron que estaban con la misma de siempre.

5. Hice cosas que no volvería hacer: estar más de cinco días en NY,  a menos que te guste la vida agitada, por lo menos yo después de esos días me sentía agobiada, pero como dicen por ahí, pa’ los gustos los colores. Evitaría al máximo el metro, en mi caso particular, hay muchos virus y cuando llegues al destino final puedes sentirte ya un poco cansada, siempre es bueno ahorrar energías que son tan escasas por el tratamiento. Buscaría un hotel que incluyera desayuno, perdíamos tiempo y gastamos más dinero buscando donde desayunar, tratábamos de ser cuidadosos en los lugares donde comíamos, cosa que les recomiendo hacer, la verdad me descuidé y eso me produjo una gastroenteritis que me impidió disfrutar de algunos restaurantes interesantes por conocer. En este caso no compraría los city pass que venden hoy en día, son costosos y muchas veces no se alcanzan a utilizar, a menos que quieras entrar a todos los museos.

Esta experiencia fue un respiro que me ayudó a reactivar energías, a darle un matiz al tiempo, a encontrar una manera de compartir con mi esposo, estar juntos y llenarnos de amor, ese que sin querer lo consumen los hijos. Fue un punto a parte de mi tratamiento para seguir escribiendo un párrafo más, lleno de historias por compartir pero sobre todo poder corroborar muchas de esas cosas que nos dicen y nos dicen y estamos cansados de escuchar: SER FELIZ NO ES MÁS QUE UNA DECISIÓN! Disfruté tanto mi viaje a Nueva York, como el viaje que decidí hacer a mi ciudad unos días después, me disfruté Popoya con mis hijos, la salida en el carrito de carreras por las calles de Rio los 4, estar con mis hijos en el patio y verlos jugar ahí en nuestro espacio, en ese lugar que construimos con tanto amor! Sean felices!  Es solo eso, nada más! En NuevaYork, en Popoya, en la comodidad de su casa, pero haciendo eso que les mueve el alma y el ?? !!

Y a ti mi David: Gracias por acompañarme en esta aventura loca de no querer quedarme quieta nunca, el mejor legado para Luciana y Martín, es enseñarles a encontrar siempre en lo simple la felicidad, pero que su mirada siempre este firme hacia el cielo!

Comments

Add A Comment