YO y mis lecciones…

¿Qué fue eso que me dejó el CÁNCER?

Muchos me preguntan las lecciones aprendidas después de vivir un proceso tan duro, cómo el cáncer.  Siempre he dicho que han sido muchos los regalos recibidos en los últimos meses.

Yo y los otros: Aprendí a reconocer mi circulo de apoyo y valorarlo cómo nunca antes: familia, amigos, hijos, esposo! Desperté a la realidad que solo en medio de un huracán podemos saber que tan fuertes son las vigas de nuestras relaciones, ninguna desgracia es la causa por la que se alejan personas y se desvanecen relaciones, porque lo verdadero perdura para siempre. Lo que no es real, esas relaciones cimentadas en lo superfluo, son como aquella casita de barro que cualquier vendaval se la puede llevar. Yo prefiero quedarme con una estrecha pero hecha de bases fuertes.

Al  final eso es lo único verdaderamente importante, todo lo demás son accesorios, que sirven solo para eso: para decorar nuestra vida. No podemos permitir que nuestras ambiciones materiales, nos alejen de lo realmente valioso: el amor y la familia.

Me convertí en un ser más sensible con el dolor ajeno, a ponerme en los  zapatos del otro y reflejarme en su dolor.  Una lección aprendida te enseña a ser más misericordioso, generoso y compasivo.

Yo y mi propósito:  Todos soñamos con ese trabajo ideal, que nos brinde una retribución económica y que además nos apasione. Desafortunadamente el mundo laboral esta lleno de personas insatisfechas sentadas en frente de un escritorio. Casi siempre anteponemos las necesidades económicas a nuestras necesidades personales de satisfacción. Y es difícil no caer en esa mala jugada, cuando tenemos obligaciones por cumplir, pero si algo he aprendido es que no podemos permitir que sea la vida la que decida siempre por nosotros. Que sean las necesidades económicas quienes definan nuestra vida. Tenemos que tener nuestra mirada fija en el cielo que es nuestro único limite, alejarnos un poco de la cruda realidad y soñar despiertos. A veces basta con dar un solo paso, para abrirnos a un mundo de muchas posibilidades y oportunidades, esas que el miedo nos aleja y que el amor y la entrega nos acerca.

Tenemos que aprender a vivir sin el miedo a nuestras espaldas, con más amor por nosotros, por hacer realidad lo que añoramos. Porque tenemos el mejor garante de todos: DIOS! No hay manera de perder, todo se alineará, el universo hará su parte, pero también se podrán a prueba nuestras ganas, nuestro esfuerzo, nuestro sacrificio, nuestra entrega, nuestra perseverancia porque solo así seremos merecedores del mayor tesoro: vivir con sentido.vivir con propósito.

Yo y Yo: Es mucho el tiempo que perdemos buscando afuera lo que debemos buscar dentro. Al fin al cabo después de Dios, la mejor compañía: Tú mismo, el amor más grande: hacia ti mismo; tu mayor y unica competencia: tú mismo; tu mejor socio y aliado: tú mismo.  Aprendí a conocerme, pero sobretodo a conquistarme. Cuando descubrimos esto, el peso de las opiniones, criticas y comentarios de los otros, es el tan frágil como el de una aguja.

Yo y Dios: Cuando tu vida depende de un milagro no te queda más de aferrarte a la fe, a lo sobrenatural, a eso que va más allá de lo que es palpable a nuestros sentidos. Fui testigo de la obra sobrenatural, de lo que es vivir confiada, segura, tranquila y experimente lo más maravilloso: la paz en medio de la tormenta.

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