Hay experiencias de vida que hacen que tu vida experimente cambios sustanciales, para mí, viajar y vivir en el exterior ha sido una de ellas. Viajar te abre a un mundo desconocido, te enseña a mirar el mundo desde otros ojos. Cuando terminé mi universidad, me fui a Londres por casi dos años, ahí aprendí muchas cosas más allá de otro idioma, pero de los mayores cambios que experimenté fue mi estilo de vida saludable, vivía con una familia inglesa y pude conocer de cerca  muchas de sus costumbres, tradiciones y formas de vida. Me sorprendió la simplicidad con la que vivían, lo mucho que disfrutaban en familia, en un picnic, un almuerzo familiar, un día de bici o haciendo un rico pastel; pero también su forma de alimentarse, en su plato nunca podían faltar las verduras, casi nunca comían fritos o comidas muy condimentadas o grasosas y cocinaban muy bajo en sal. Y así crecen los más peques también… viendo siempre un brócoli, tomate y arvejas en sus meals. Cuando regresé a Colombia, mi chip había cambiado un poco, recuerdo que llegué con ideas raras para mi familia, quienes en algunas ocasiones hacían bromas de mi nueva forma de vida, pero que de alguna forma también los motivó a pensar en otro modo de alimentarse, fue así como desterramos condimentos pocos beneficiosos para la salud, empezamos a comer bajo en sal y comer muy pocos fritos. Hoy en día sigo llevando un estilo muy sano al comer… tal vez muchos de los que me conocen se preguntarán: ¿pero por qué si ella  tiene una alimentación saludable le pudo ocurrir algo así? Yo más bien me pregunto: ¿de cuántas cosas peores me puedo haber salvado comer sano desde hace más de 10 años? Les voy a definir para mí lo que es llevar una vida saludable porque se puede prestar para confusiones: “nada de excesos y tener una alimentación equilibrada” y para eso sigo ciertas reglas básicas:

1. Comer rico!! Trato de preparar las comidas que me gustan, los platos que siempre comí en casa de mi mamá pero en una versión sana, es decir, bajo en sal y utilizando aceite de coco y/o oliva.
2. No tomo gaseosas.
3. Siempre empiezo el día con una buena porción de fruta.
4. Procuro comer lo menos posible embutidos y comidas procesadas, trato que la mayoría de mis comidas sean naturales.
5. Los carbohidratos que consumo son en su mayoría integrales: pan, arroz, pasta.
6. Todos los días incluyo vegetales y verduras a mis comidas.
7. Trato de no comer muchas harinas refinadas.
8. No me matan los dulces, pero cuando tengo antojos me doy el gustico.
9. Trato de tomar mucha agua.
10. Endulzo mis bebidas con “stevia”.

Difícil? Todo es cuestión de costumbre, gracias a eso, mi sistema inmunológico me ha permitido llevar una vida normal en medio de mis sesiones de quimioterapia.

En mi tratamiento incrementé el consumo de alimentos que son altamente poderosos para combatir el cáncer y de los cuales se han hecho investigaciones científicas que lo comprueban:

1. Frutos rojos: Diariamente me tomo un smoothie de frutos rojos a media mañana y por la tarde que contiene: fresas, arándanos, uvas isabelinas y frambuesa.
2. Jengibre: Me tomo una infusión después del almuerzo y por la noche.
3. La cúrcuma se ha convertido en una especie que no puede faltar en mis preparaciones.
4. Té verde: Me tomo una infusión tres veces al día, es importante dejar reposar el té diez minutos después de preparado.
5. Procuro comer de tres a cuatros porciones de frutas al día.
6. Le agrego un cristal de sábila a todas mis bebidas.

Aunque para muchos médicos la alimentación no tiene ningún efecto en el tratamiento del cáncer, existen infinidad de experiencias reales que demuestran la importancia de llevar una buena alimentación y lo que puede contribuir en la reducción del tumor. El libro “Anticáncer” de David Servan, contiene información útil y con soporte científico, él es un médico psiquiatra que padeció un cáncer de cerebro a tan solo 30 años de edad, el cáncer reincidió 10 años después y decidió hacer una investigación profunda de los factores que contribuyen a que los tratamientos sean exitosos, completamente recomendadísimo! Existen dos tipos de pacientes, el que se queda con lo que el médico le dice y el que tiene la certeza que entre el médico y él harán el mejor equipo, pon siempre de tu parte, lee siempre buscando información con soporte científico y que contribuirá a mejorar el tratamiento.

Sé que llevar una buena alimentación durante la quimioterapia es un poco difícil por los efectos secundarios, sin embargo hoy en día existen muchas formas de  aminorar esos efectos para poder alimentarse lo más adecuado posible. No comer podría tener efectos pocos deseados y que podrían agravar la enfermedad, en otro post hablaré de las herramientas que me han servido para disminuir los efectos de la quimio y que de verdad han sido todo un éxito!

Pero desde ya les puedo decir que lo más importante es el estado de ánimo, la fortaleza, la actitud, la motivación y las ganas de salir de la enfermedad!, todo está en la mente y en las ganas de vivir. Mi  motor ha sido el amor por mi familia, por mi vida y todas esas razones que le dan un mágico sentido al solo hecho de respirar ! Si antes sabía que mi vida tenia un propósito, ahora lo tengo más claro aún, nunca olviden vivir con la certeza de que lo que viene siempre será MEJOR!