Inviértete TIEMPO y gana AMOR: ¡AUTOCUIDADO!
Quiéranse. No desde el EGO, sino desde la COMPASIÓN. La palabra compasión deriva del griego ????????? (sympatheia), cuya etimología indica un sentimiento de simpatía. La simpatía es el sentimiento que nos permite conectar con los demás, pero esa simpatía es necesaria también en la relación con nosotros mismos. A través de la simpatía viene la aceptación y la aceptación es la llave que abre la puerta al amor, al amor por nosotros.
La palabra compasión también deriva del latín cumpassio, que traduce sensación de tristeza. Lo que no quiere decir que ese amor implique tristeza, más bien que más allá de lo triste y difícil que sea nuestra realidad o circunstancia, el amor propio debe ser una fuente inagotable que inunda nuestro corazón y nos permita amarnos con toda y nuestras sombras, imperfecciones, cicatrices etc.
Ese amor debe primar, no desde el EGO, sino desde la compasión. Se puede escuchar egoísta, pero paradójicamente solo cuando hacemos uso de ese amor, estamos abiertos a entregar un amor más real y sincero a los demás. Desafortunadamente tendemos a confundir el amor propio, con todo aquello que tiene que ver con lo externo, cómo si se tratará solo de cuidar nuestra apariencia, sin tener en cuenta que eso es solo una pequeña parte y que una dosis muy alta de cuidar solo el “empaque” podría presentar contraindicaciones en el producto, como su efecto contrario, un estado constante de antipatía e insatisfacción.
El amor propio es todo acto que hacemos por buscar nuestro equilibrio físico, emocional y espiritual, son aquellas pequeñas tareas que debemos hacer en nuestro día a día para nuestro autocuidado/selfcare, para rendirnos amor, gratitud y para cuidar del regalo más precioso que tenemos: la vida.
El autocuidado es un balance, de nada sirve que nos ejercitemos, hagamos nuestros rituales de belleza, nos tomemos un jugo verde todas las mañanas, si guardamos rencor en nuestro corazón o estamos atrapados e inconformes en nuestra vida laboral o en nuestras relaciones afectivas, porque todo aquello que no nos permite vivir plenamente, se traduce en actos de autodestrucción que terminan por afectar nuestra vida y salud.
Lastimosamente la sociedad nos ha hecho creer que, para vivir plenos, en armonía y tranquilidad, requiere de mucho esfuerzo o esta relacionado con nuestro poder adquisitivo, que el tiempo está diseñado solo para conseguir dinero, casa, beca y carro, y que solo aquellos que nacieron con mejores oportunidades pueden darse el chance de vivir en plenitud.
Lo que ocasiona que confundamos lo que es solo un “medio”, con el “fin” y en ese afán desmedido por conseguir un objetivo erróneo, sacrifiquemos “tiempo”, “amor”, “vida” y “salud”. Dejándonos siempre en último lugar, nos restamos tiempo, nos olvidamos, nos negamos y lo peor nos exigimos, nos culpamos, peleamos con lo que somos, con nuestra realidad. Le damos crédito a las opiniones de los demás y las anteponemos a lo que nos reclama nuestro corazón.
Desafortunadamente a veces tenemos que tropezarnos o sufrir una gran sacudida para espabilarnos y comprender que nuestro tiempo es AHORA ni antes ni después.
Mis TIPS de AUTOCUIDADO:
- Concientízate de tu alimentación. Mi filosofía siempre será “la alimentación no es moda”. No se trata de llenar nuestra despensa con los productos de moda, sino de escuchar nuestro cuerpo, saber que nos hace bien… que nos llena de energía. Dejar los malos hábitos como la adicción al azúcar, a los procesados, harinas refinadas. Comer comida real, natural, llena de colores esas que aportan los vegetales y las frutas, elegir siempre las opciones integrales. Y entender que la comida no puede ser una obsesión.
- Establecer rutinas de belleza, baños relajantes, aromatizar el ambiente con velas, aromas, sales, aceites.
- Salir de la rutina, algo tan sencillo como una caminata al atardecer, coger una ruta diferente para ir al trabajo, hacer algo que nunca habías hecho como una receta para hacer en familia, con tus hijos.
- ¡Cambia de look! Rompe con paradigmas, no le temas a los cambios, atrévete a mejorar tu versión o a renovarla. Podemos experimentar cambios en nuestra energía cuando hacemos cambios en nuestra apariencia.
- Aprende a escuchar las señales de emergencia que te envía el cuerpo. Cuando te pide descanso, descansa. Si hay algo que no está bien, acude siempre al médico.
- ¡Duerme suficiente!
- Tómate unos minutos al día para disfrutar de ti. Para estar en silencio, hacer respiraciones profundas, tal vez meditar. Mi opción siempre es ORAR.
- Renuncia a la culpa, a los sentimientos destructivos de odio, resentimiento y rencor. Perdona y permítete avanzar. Si te haces ese favor, será el mejor acto de amor hacia ti. Existen muchos rituales que nos ayudan avanzar, por ejemplo, escribir todo aquello que no has podido perdonar en un papel y luego pasarlo por fuego, nos permite interiorizar y sanar.
- Establece limites. Aprende a decir NO, a defender tu criterio y sobretodo a respetar tu espacio. Hay un territorio que nos pertenece solo a nosotros. No dejes que nadie se imponga en el territorio de tus sueños, valores y pensamientos, eres libre de elegirte siempre a ti. Algún día el universo te lo agradecerá.
- Renuncia a todo aquello que te roba la paz y te resta energías y eso incluye cosas, personas, lugares, etc.
- NO asumas, NO calles. Siempre es mejor confrontar y hablar. Es liberador y sobre todo sanador.
- Háblate desde el amor. Elimina de tu boca y de tus pensamientos frases como: “no puedo”, “no soy buena para esto”, “nunca lo podré hacer”.
- Saca tiempo para divertirte, viajar, salir con tus amigos/as, leer, hacer tus hobbies.
- Ya no te compares más, ninguna vida es perfecta, seguramente alguien desearía poder intercambiar sus problemas con los tuyos. no pierdas el tiempo buscando en otros, lo que solo debes buscar en ti. “Quien mira afuera sueña, quien mira adentro despierta”
- Valora y acéptate NO desde el EGO, sino desde la COMPASION, con la dosis adecuada de orgullo y humildad, de sentirte orgulloso de lo que fuiste, eres y te convertirás; pero con la humildad suficiente para reconocer tus imperfectos, debilidades, sombras y aún así tener la frente en alto y la disposición de cambiar lo que no está bien, solo por ti.
- A las mamás , recuerda que la frase correcta es: “me cuidaré para ti y así tu te cuidarás para mi”, muy diferente a “te cuido y algún día me cuidarás…” el amor propio se irradia y es el mejor legado de autocuidado y seguridad que le podemos brindar a nuestros hijos.
Nunca olvides:
“Ponte guapa para ti
Sonríe para ti,
Se feliz para ti,
Y si alguien quiere compartirlo contigo, bien, y si no
más para ti”. – Gabriel García Márquez.
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