¿Cuántas personas llegan a su vida adulta o vejez o incluso a su muerte, sin cumplir con su propósito en la vida?? ¿Sin hacer eso que les apasiona? ¿Lo que les mueve el alma?… creería que muchas!! El mundo sería tan distinto donde cada persona se dedicará hacer eso que realmente sabe hacer, eso para lo que fue creado y diseñado!

Seguramente habrá algún momento en el que nos preguntamos ¿Qué es eso que realmente sabemos y nos gusta hacer? siempre he admirado a esas personas que pueden reconocer fácilmente su don, las que nacieron para crear, pintar, bailar, actuar, curar, diseñar.. ¿Pero y que con las que somos del común denominador?? ¿Sin ningún talento artístico o vocación por revelar?? ¿De verdad somos del común? ¿De verdad no hay nada diferente y especial en nosotros?? Hjmmmm no creo estar equivocada, pero cuando creemos firmemente en Dios, sabemos que siempre hay un propósito de EL en nuestras vidas! Es difícil reconocerlo y descubrirlo… porque estamos condicionados por creencias, miedos, costumbres adoptadas o cosas que a lo mejor marcaron nuestra infancia y nos alejaron de desarrollar todas nuestras potencialidades!

La palabra MIEDO está tan adentro de nuestra mente, que a veces es imposible vislumbrar entre lo real y lo irreal!! Yo tengo muchos miedos… infundados en mi crianza, otros adoptados por la presión social, y seguramente muchos por mis creencias!! Pero cuando te enfrentas a situaciones que ponen en vilo tu vida, cuando tienes o tienes que encarar miedos, porque no tienes más opción… derepente en medio de esa presión, de ese remolino de emociones… puedes ver algo de luz! No es mentiras entonces que detrás de nuestros miedos existe un arma muy poderosa, yo pude entenderlo solo cuando lo viví, cuando tuve que enfrentarme a eso que más temía y de repente no me reconocía, no conocía esa faceta en la que podría mostrar una fortaleza y valentía que no conocía. Fue entonces que descubrí que para los miedos, las motivaciones, cuando tienes una motivación muy grande, los miedos se pueden derribar.

De mis grandes temores ha sido el dolor físico, por eso nunca se me dio por practicar algún deporte, solo el hecho de pensar en una fractura me daba horror!! Pero la vida y sus ironías, la primera cirugía que me tocó afrontar fue la implantación del catéter, para poder recibir las 16 quimioterapias que me fueron ordenadas por mi doctor, recuerdo que ese día sudé, grité, lloré, pero después me «mentalice»: ¡Ningún dolor va ser más fuerte que yo! Decirles que ya no tengo miedo es mentira, decirles que los puedo controlar es verdad!! No es sufrimiento para mi ir a cada sesión de quimio, ni hacerme exámenes de laboratorio cada semana… las enfrento con aceptación y algo de valentía esa que me ha tocado asumir para no dejarme vencer!  “Atraemos lo que pensamos… somos lo que pensamos»

Este pequeño y aparentemente insignificante ejercicio de enfrentar miedos, haciéndoles un cara a cara, hablando con ellos, conociéndolos a fondo, me ha hecho pensar que no hay nada que uno no pueda lograr si lo crees de verdad en tu corazón…  Ahora me he propuesto retarme y hacer una lista de aquellas cosas a las que les tengo temor y enfrentarlas. Liberar el miedo te acerca a tu realidad, a tu ser y entre más cerca estés de tu verdadero YO, más también de tu propósito!!

No tengo plena convicción de ese plan que Dios tiene diseñado para mí, pero si la absoluta claridad de que voy por eso, cueste lo que cueste, no importa el tiempo que me tome, tomé la decisión de hacer aquello en lo que pueda hacer total uso de mis dones y talentos, porque al final sé que llegará ese día donde EL pregunte: ¿ajá y que has hecho con todo eso que te entregué? Y yo no se ustedes pero yo si quiero tener una respuesta!

Tips:

1. Rodéate de personas con mentalidad positiva, gente valiente, que siempre tenga cosas buenas por decir!!
2. Cada vez que te lleguen pensamientos o creencias negativas acerca de ti, dialoga con ellas, pregúntales: ¿aja que te hace pensar que yo no puedo? ¿Cómo y cuándo fue que yo empecé a creerte a ti en lugar de mí?